9 Dirigentes y organizaciones Iglesia Local

CAPÍTULO 9

Los dirigentes y las organizaciones de la iglesia local

La elección de dirigentes es importante para la prosperidad de la iglesia, y debe ejercerse el mayor cuidado al llamar a hombres y a mujeres a posiciones de sagrada responsabilidad.

Cualidades generales

Idoneidad moral y religiosa

“Además, elige entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez” (Éxo. 18:21).
“Por tanto, hermanos, elijan de entre ustedes a siete hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos este trabajo” (Hech. 6:3).
“También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en afrenta y en lazo del diablo” (1 Tim. 3:7).
“Lo que oíste de mí ante muchos testigos, eso encarga a hombres fieles y también aptos para enseñar a otros” (2 Tim. 2:2).
“Es necesario que el obispo sea irreprensible, esposo de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino ni violento; sino amable, conciliador, no codicioso del dinero, que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda dignidad. Porque el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará la iglesia de Dios? No un neófito, para que no se envanezca y caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en afrenta y en lazo del diablo.
“Los diáconos también deben ser respetables, sin doblez, no dados a mucho vino ni codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Estos también deben ser antes probados; y si son irreprensibles, que entonces ministren. Del mismo modo, las mujeres deben ser dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los diáconos sean esposos de una sola mujer, que gobiernen bien a sus hijos y su casa. Los que ejercen bien el diaconado ganan para sí honra y mucha seguridad en la fe que es en Cristo Jesús” (1 Tim. 3:2-13; ver también Tito: 1:5-11; 2:1, 7, 8).


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“No permitas que ninguno menosprecie tu juventud; sino sé ejemplo de los fieles en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que yo llegue, dedícate a la lectura, a exhortar y a enseñar.
[…] Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina. Persiste en ello, pues así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen” (1 Tim. 4:12, 13, 16).

La iglesia debe ser guardada y alimentada

El apóstol Pablo, en su obra administrativa, convocó a los “ancianos de la iglesia” (Hech. 20:17), y entonces les dio estos consejos: “Miren por ustedes, y por todo el rebaño en medio del cual el Espíritu Santo los ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, que él ganó con su propia sangre. Sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que enseñarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos en pos de sí. Por tanto, velen, acordándose de que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar con lágrimas a cada uno” (Hech. 20:28-31; ver también 1 Ped. 5:1-3).

Respeto por los ministros y los dirigentes de la iglesia

“Les rogamos, hermanos, que reconozcan a los que trabajan entre ustedes, los que los presiden en el Señor y los amonestan. Ténganlos en mucha estima y amor, por causa de su obra. Vivan en paz entre ustedes” (1 Tes. 5:12, 13; ver también 1 Tim. 5:17; Heb. 13:7, 17).

“Los creyentes tesalonicenses se veían muy molestados por hombres que se levantaban entre ellos con ideas y doctrinas fanáticas.
Algunos andaban ‘fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear’. La iglesia había sido debidamente organizada, y se habían nombrado dirigentes para que actuaran como ministros y diáconos. Pero había algunos voluntariosos e impetuosos que rehusaban someterse a quienes ocupaban puestos de autoridad en la iglesia. Los tales aseveraban tener no solamente derecho a juzgar por su cuenta, sino también a presentar insistentemente sus conceptos a la iglesia. En vista de esto, Pablo llamó la atención de los tesalonicenses al respeto y la deferencia debidos a los que habían sido escogidos para ocupar puestos de autoridad en la iglesia” (Los hechos de los apóstoles, p. 215).

“Los que ocupan posiciones de responsabilidad en la iglesia pueden tener faltas como los demás y pueden errar en sus decisiones; pero, no obstante eso, la iglesia de Cristo en la tierra les ha dado una autoridad que no puede ser considerada con liviandad” (Joyas de los testimonios, t. 1, p. 487).


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No debe haber apresuramiento en la elección de los dirigentes

“En muchos lugares encontramos hombres que han sido colocados apresuradamente en posiciones de responsabilidad como ancianos de la iglesia, cuando no estaban calificados para ocupar semejante puesto. No saben gobernarse a sí mismos. Su influencia no es buena. La iglesia está continuamente en dificultades como consecuencia del carácter deficiente de los dirigentes. Se les impuso las manos con demasiada ligereza” (Obreros evangélicos, p. 452; ver también Joyas de los testimonios, t. 2, pp. 286-288; 1 Tim. 5:22).

Los que se oponen a la unidad no son idóneos para ser dirigentes

“Últimamente se han levantado entre nosotros hombres que profesan ser siervos de Cristo, pero cuya obra se opone a la unidad que nuestro Salvador estableció en la iglesia. Tienen planes y métodos de trabajo originales. Desean introducir en la iglesia cambios de acuerdo con sus ideas de progreso, y se imaginan que así se obtendrían grandes resultados. Estos hombres necesitan aprender más bien que enseñar en la escuela de Cristo. Están siempre inquietos, aspirando a hacer alguna gran obra, realizar algo que les reporte honra. Necesitan aprender la más provechosa de todas las lecciones: la humildad y fe en Jesús. […]

“Los que enseñan la verdad, los misioneros y dirigentes de la iglesia, pueden hacer una gran obra por el Maestro, si tan sólo quieren purificar sus almas obedeciendo la verdad” (Joyas de los testimonios, t. 2, pp. 82, 83).

Es peligroso elegir a quienes se niegan a cooperar con los demás

“Dios ha puesto en la iglesia, como sus ayudadores señalados, a hombres de diversos talentos para que, por la sabiduría combinada de muchos, pueda cumplirse la voluntad del Espíritu. Los hombres que proceden de acuerdo con sus propios rasgos fuertes de carácter, y rehúsan llevar el yugo con otros que han tenido larga experiencia en la obra de Dios, llegarán a cegarse por la confianza propia y a incapacitarse para discernir entre lo falso y lo verdadero. No es seguro elegir a los tales como dirigentes de la iglesia; porque seguirían su propio juicio y plan, sin importarles el juicio de sus hermanos. Es fácil para el enemigo trabajar por medio de los que, necesitando consejo ellos mismos a cada paso, asumen el cuidado de las almas por su propia fuerza, sin haber aprendido la humildad de Cristo” (Los hechos de los apóstoles, p. 229; ver también las pp. 141-144 de este Manual).

Membrecía local

Se puede elegir como oficiales de una iglesia local a las personas que son miembros de esa iglesia local y están en plena comunión con ella (ver pp. 131-136), con las siguientes excepciones:


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  1. Estudiantes que son miembros de iglesia y que están en plena comunión, pero que, debido a sus estudios, viven lejos de su hogar y asisten regularmente a la iglesia local del área de su residencia temporaria.
  2. Un obrero de la Asociación asignado por la Asociación como pastor/líder de dos o más congregaciones (ver pp. 137).
  3. Cuando es necesario, la Junta Directiva de la Asociación puede recomendar que un anciano local sea elegido para servir en más de una iglesia (ver p. 87).

La Junta Directiva de la Asociación puede considerar otras excepciones.

Ser un ejemplo en la devolución del diezmo

Todos los oficiales serán un ejemplo en la devolución fiel del diezmo a la Iglesia. El que deja de dar ejemplo en este asunto importante no será elegido para ningún cargo de la iglesia.

No hay delegados ex officio

Ningún oficial de iglesia es delegado ex officio. Si la iglesia desea que un oficial sirva como delegado, debe ser elegido como delegado por la iglesia local.

Deben distribuirse las responsabilidades

En la distribución de los deberes pertenecientes a las actividades de la iglesia, debe ejercerse el cuidado de no colocar demasiada responsabilidad sobre los miembros que se muestren voluntarios, mientras que otros, que tal vez tengan menos talentos, sean olvidados. La elección de una misma persona para varios cargos debe desaconsejarse, a menos que las circunstancias lo hagan necesario.

Remoción y readmisión

Cuando un oficial de la iglesia es removido de la membrecía de la iglesia y subsecuentemente es readmitido, la readmisión como miembro no reinstala al individuo como oficial de la iglesia.

Duración en el cargo

El período de servicio para los dirigentes de la iglesia y los órganos auxiliares será de un año, excepto cuando la iglesia local, en una reunión administrativa, vota tener elecciones cada dos años, para facilitar la continuidad y el desarrollo de los dones espirituales, y eliminar el trabajo que implica celebrar elecciones anuales. En circunstancias


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excepcionales, y en consulta con la Asociación, el período de servicio podrá extenderse un año más.

Aunque no es aconsejable que una persona sirva indefinidamente en una posición particular, cualquier dirigente puede ser elegido
para un nuevo período administrativo.

EL TESORERO

Dada la función importante del tesorero, es sabio escoger a alguien que pueda ser electo por repetidos períodos administrativos, para dar continuidad en el mantenimiento de los registros y de los informes. Las iglesias grandes pueden elegir tantos subtesoreros como sea necesario.

El tesorero puede incentivar grandemente la fidelidad en la devolución del diezmo y profundizar el espíritu de liberalidad por parte de los miembros de la iglesia. Una palabra de consejo dada con el espíritu del Maestro ayudará al hermano o a la hermana a entregar a Dios con fidelidad lo que le pertenece en materia de diezmos y ofrendas, aun en tiempos de apretura financiera.

Es el custodio de todos los fondos de la iglesia

El tesorero de la iglesia es el custodio de todos los fondos de la iglesia. Estos fondos son: (1) fondos de la Asociación, (2) fondos de la iglesia local y (3) fondos pertenecientes a los órganos auxiliares de la iglesia local.

El tesorero debe depositar todos los fondos (de la Asociación, de la iglesia local y de los órganos auxiliares de la iglesia) en un banco o en una institución financiera, en una cuenta abierta a nombre de la iglesia, a menos que la Asociación autorice otro sistema.


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El excedente de los fondos de la iglesia puede depositarse en una cuenta de ahorros, con la autorización de la Junta Directiva de la iglesia. Cuando se mueven sumas elevadas destinadas a construcciones o a otros proyectos especiales, la Junta Directiva de la iglesia puede autorizar que se abran cuentas bancarias específicas para dichos proyectos. Tales cuentas, sin embargo, serán manejadas por el tesorero, e informadas junto con todos los demás fondos de la iglesia.

Todas las cuentas bancarias son exclusivamente para los fondos de la iglesia y nunca deberían ser combinadas con ninguna otra cuenta o fondo personal.

Fondos de la Asociación

Los fondos de la Asociación, que incluyen los diezmos, todos los fondos misioneros regulares, y todos los fondos para proyectos especiales de la Asociación y de las instituciones, son fondos en custodia.
El tesorero de la iglesia, al fin de cada mes, o con más frecuencia si así lo requiere la Asociación, debe enviar al tesorero de la Asociación la suma total de los fondos de la Asociación recibidos durante ese mes. La iglesia no puede tomar prestados, usar o retener esos fondos de la Asociación para ningún propósito.

Fondos de la Escuela Sabática

El secretario-tesorero de la Escuela Sabática debe entregar semanalmente, al tesorero de la iglesia, todas las ofrendas de la Escuela Sabática para las misiones. El tesorero de la iglesia llevará un registro cuidadoso de todas esas ofrendas. Estos fondos misioneros deben remitirse a la oficina de la Asociación, como se describe en el párrafo anterior. Los fondos destinados a cubrir los gastos de la Escuela Sabática local son entregados al tesorero de la iglesia cada semana para que los mantenga en custodia, sujetos a las órdenes de la comisión directiva de la Escuela Sabática (ver pp. 116, 117), para hacer frente a los gastos regulares de la Escuela Sabática.

Fondos locales de la iglesia

Los fondos de la iglesia local están compuestos por los fondos para los gastos de la iglesia, los fondos para proyectos de construcción y reparación de la iglesia, y los fondos de la iglesia para los pobres y los necesitados. Estos fondos pertenecen a la iglesia local y los desembolsa el tesorero únicamente por autorización de la Junta Directiva de la iglesia o de su reunión administrativa. Sin embargo, el tesorero pagará con dinero proveniente del fondo de gastos de la iglesia todos los gastos recurrentes de expensas locales autorizados por la Junta Directiva.


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Fondos de los órganos auxiliares

Existen distintos fondos pertenecientes a los órganos auxiliares de la iglesia, tales como el fondo para los programas de la iglesia destinados a compartir la fe (actividad misionera), el de beneficencia (fondo para los pobres), el del departamento de Ministerios de la Familia, el del Ministerio Joven, el de la Acción Solidaria Adventista, el fondo para gastos de Escuela Sabática, la parte de los fondos del departamento de Ministerio de la Salud que pertenece a la iglesia local, los fondos de la escuela de la iglesia, etc. Todo dinero recibido por esos órganos y para esos órganos debe entregarse prontamente al tesorero de la iglesia por parte del secretario del órgano auxiliar correspondiente, por los diáconos o por quien sea que reciba los fondos. Esos fondos pertenecen a los órganos auxiliares de la iglesia, y pueden desembolsarse únicamente por orden del órgano auxiliar al que pertenecen.

El tesorero debe extender un recibo por todos los fondos recibidos. Cuando el secretario de uno de esos órganos recibe dinero del tesorero de la iglesia, debe darle el correspondiente recibo al tesorero.

Salvaguardar el propósito de los fondos

Cuando se toma una ofrenda para las misiones mundiales o para cualquier proyecto general o local, todo el dinero colocado en el platillo de las ofrendas pasa a formar parte de esa ofrenda particular, a menos que el donante indique otra cosa. Es importantísimo que todas las ofrendas y los donativos dados por las personas a la iglesia para un fondo específico o un propósito específico se usen para ese propósito.
Ni el tesorero de la iglesia ni la Junta Directiva de la iglesia tienen autoridad para desviar ningún fondo del objetivo para el que fue dado.

Los fondos de los órganos auxiliares, de los cuales una considerable proporción está constituida por donativos dados para propósitos específicos, se recaudan para la parte específica de la obra de la iglesia del correspondiente órgano auxiliar. Estos fondos los mantiene en custodia el tesorero de la iglesia y no pueden tomarse prestados o, en alguna forma, ser desviados por el tesorero o por la Junta Directiva de la iglesia, del objetivo para el que fueron recaudados.

Cuando se discontinúa un órgano auxiliar, la iglesia, en una reunión administrativa regular, puede tomar un voto por el cual dispone del saldo que exista en la cuenta de ese órgano auxiliar.

Dinero para los pedidos personales de publicaciones

El dinero para los pedidos personales de publicaciones, libros, folletos, revistas y suscripciones a revistas se lo ha manejado a través del tesorero de la iglesia en las regiones donde no hay una librería adventista (ver Notas, n° 7, p. 205).


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Método adecuado para que los miembros entreguen sus diezmos y donaciones

El tesorero debe insistir en que todo el dinero que los miembros entreguen a la iglesia, fuera de las ofrendas regulares que se recogen “sueltas”, lo coloquen en los sobres de diezmos y ofrendas, a menos que se haya implementado un método alternativo aprobado por la Asociación, como los medios de pago electrónico, por ejemplo. Los miembros deben anotar, en la lista impresa en el sobre, cuánto dan y para qué lo dan, y el tesorero debe asegurarse de que el dinero incluido en el sobre coincida exactamente con el total anotado. Los miembros deben colocar su nombre y su dirección en el sobre, colocándolo luego en los platillos de la ofrenda, o bien entregarlo personalmente al tesorero. El tesorero debe conservar esos sobres como comprobantes hasta que el auditor de la Asociación revise las cuentas.

Los miembros que devuelven sus diezmos y sus ofrendas con cheques o con giros postales, donde eso es legalmente posible, deben extender esos cheques o esos giros postales a la orden de la iglesia, y no a la orden de alguna persona.

Recibos extendidos a los miembros

El tesorero de la iglesia debe entregar prontamente, a quien corresponda, recibos por todas y cada una de las sumas de dinero recibidas por la iglesia, por pequeña que sea la cantidad, conservando estricta cuenta de todos los ingresos y los pagos. Todas las ofrendas generales que se recogen “sueltas” deben ser contadas por el tesorero en presencia de otro oficial de la iglesia, preferiblemente un diácono o una diaconisa, extendiendo un recibo a este oficial.

Método correcto para remitir los fondos a la Asociación

El tesorero de la iglesia, al enviar las remesas de fondos al tesorero de la Asociación, debe hacer todos los cheques o los giros a la orden de la Asociación, donde eso sea posible legalmente, y no a la orden de una persona en particular. Debe incluir, con la remesa, la hoja duplicada del libro de tesorería de la iglesia. Los formularios para las remesas son proporcionados por la Asociación.

Conservación de los comprobantes.

Deben conservarse los documentos financieros, tales como comprobantes, facturas o constancias de pago, por todos los fondos recibidos o desembolsados, de acuerdo con el sistema autorizado por la Asociación local.


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Los libros deben ser auditados

El tesorero de la Asociación, o alguna otra persona designada por la Junta Directiva de la Asociación, debe revisar los libros de tesorería de las iglesias locales, generalmente cada año.

Estos libros y los demás registros relativos a la obra del tesorero de la iglesia, del tesorero de la escuela de la iglesia y del tesorero de cualquier otro órgano o departamento, pueden ser pedidos e inspeccionados en cualquier momento por el auditor de la Asociación, por el pastor, por el líder del distrito, por el primer anciano de la iglesia o por cualquier otra persona designada por la Junta Directiva de la iglesia; pero, fuera de ellos, no deben facilitarse a persona alguna no autorizada (ver p. 167).

En las reuniones administrativas regulares de la iglesia, se deben presentar informes de todos los fondos recibidos y desembolsados. Debe darse una copia, de dichos informes, a los principales oficiales de la iglesia.

Cuando se informa el número de personas que devuelven sus diezmos a la iglesia, la esposa y los hijos menores que no tienen entradas, pero que son miembros de la iglesia, también deben ser contados como diezmeros, además del jefe de la familia.

Las relaciones con los miembros deben ser confidenciales

El tesorero debe recordar siempre que sus relaciones con cada uno de los miembros son estrictamente confidenciales. Debe tener cuidado de no hacer jamás comentarios sobre el diezmo devuelto por algún miembro, o sobre las entradas, o sobre cualquier otra cosa que se relacione con esto, excepto con los que comparten la responsabilidad de la obra con él. Puede causarse mucho daño si no se observa esta norma.

Servicio de instalación en el cargo

Todos los oficiales de la iglesia local elegidos por primera vez pueden incluirse en un servicio de instalación en el cargo, dirigido por un ministro que tenga una licencia o una credencial vigente de la Asociación. Si no hay un ministro disponible, un anciano ordenado de la iglesia local puede conducir la ceremonia de instalación en el cargo para oficiales que no sean ancianos, diáconos ni diaconisas. Si la iglesia realiza un servicio para los oficiales recientemente escogidos, debería incluir a los directores de todos los departamentos y de otros órganos auxiliares.


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Author: Tonyp

Created: 2025-10-03 vie 12:47